La Pasión nunca nos abandona. Somos nosotros quienes, de vez en
cuando, le damos un descanso.
Y le damos tregua en el mismo momento en el que dejamos fuera de
todas nuestras decisiones a quien la hace funcionar: Nuestro Corazón. Ella está
siempre dispuesta a lucir en su máximo esplendor. Vive en nosotros. Solo espera
a que le demos permiso para actuar.
Utilizar solo nuestro cerebro puede sernos de mucha utilidad,
aunque no será muy efectivo, porque cualquier idea que queramos poner en
marcha, cualquier sueño que queramos alcanzar, necesita de toda la energía que
solo nuestro corazón puede aportar.
La Vida es absolutamente extraordinaria como para limitarla
solamente a la razón. Y es que cuando pensamos todo lo que debemos hacer, y
todo lo que debemos sentir, nos estamos privando de la verdadera esencia de la
misma. Nos estamos olvidando de vivir. Y la Vida es tan maravillosa que no
podemos dejar que nadie nos la cuente. Tenemos que ser capaces de disfrutarla
nosotros mismos.
Añadamos a cada uno de nuestros días el brillo y la energía
radiante de la Pasión, porque vivir apasionados es vivir enamorados de toda la
belleza que nos rodea.
Cuando sintamos que nos ha abandonado, no la busquemos lejos de
nosotros. Miremos en nuestro interior y volvamos a despertarla, porque cuando la Pasión
entra en juego, nuestros sueños empiezan a estar un poquito más cerca.
José Lorenzo Moreno López
©jlml2020
Comentarios
Publicar un comentario