Suele pasar muy a menudo. Sabemos que hay un problema y empezamos a analizar, y a analizar, y a analizar, y darle vueltas, y a ver como, y a ver como no.... entonces, pasa lo inevitable, se nos acaba "yendo el vino en catas", tal como dice este dicho que en La Mancha utilizamos bastante. Y es que cuando nos hemos dado cuenta, ya es demasiado tarde. El dicho es muy claro. Abrimos la botella y probando poco a poco a ver como está el vino, terminamos por bebernos la botella, y cuando vamos a comer o a cenar, no nos queda. Con los problemas pasa igual.
Hay una cosa clara: Por mas que hablemos sobre algo que está saliendo mal, esto no cambiara, ni mejorara. Al contrario, lo único que hará sera reafirmarnos en la idea de que, es cierto, y que realmente algo esta fallando.
Hay una cosa clara: Por mas que hablemos sobre algo que está saliendo mal, esto no cambiara, ni mejorara. Al contrario, lo único que hará sera reafirmarnos en la idea de que, es cierto, y que realmente algo esta fallando.
Pensando en el error/problema/contratiempo, o como queramos llamarle, este se hará cada vez mas grande, convirtiéndose así en un monstruo que terminara por devorarnos, ya que en lugar de tomar las riendas de la situación, terminamos siendo nosotros mismos unas marionetas de esas circunstancias, con lo que permitimos que sean ellas las que estén al mando.
Si eso ocurre, nuestra posición como Lideres se debilita, ya que perdemos la perspectiva de la situación y dejamos que "algo" decida por nosotros. Si ese algo transformado en queja y frustación tiene el control, cualquier decisión que tomemos sera equivocada, ya que hablaremos a través de un "tercero", el cual seguramente no nos habrá permitido analizar en conjunto toda la situación antes de tomar una decisión.
¿Cuantas veces nos ocurre que cuando surge un problema, el cual sabemos que es tal, vamos de un lado para otro contándoselo a todo el mundo, en lugar de hacer algo para solucionarlo? ¿Que conseguimos con ello? Evidentemente alimentar a nuestro enemigo interno con la evidencia de que, efectivamente, tenemos un problema. ¿Y como no va a ser así, si somos nosotros los que estamos forzando "auto" creernos que es verdad?
Trasladado a la dirección de equipos y partiendo de la base de aquella frase que pronuncio Suetonio y que venia a decir que "no es de buen pastor desollar a sus ovejas", en muchas ocasiones nos quejamos de algunos de nuestros colaboradores, diciendo cosas tales como, "no sabe", "está estancado", "podría hacer más", etc, etc... Y además de "desollar", nos gusta comentarlo con otra gente, sin darnos cuenta del daño que hacemos, a los implicados en cuestión, y a nosotros mismos, ya que actuar de esa forma no habla muy bien de un Líder. De hecho, quien se comporta así, ni lo es, ni debería serlo. Claro que, cuando a las primeras de cambio esa persona de la cual "despotricamos" comete un error decimos, "¿lo ves?, ya lo sabía, es un incompetente".
¿Porque en lugar de gastar energía en quejarnos, no la empleamos, primero en escucharle, después en ayudarle, y por supuesto, en ampliar su formación. Tal vez así no tengamos un problema. Tal vez así encontremos una solución.
Cuando nos comportamos de esta manera podría decirse que "jugamos a la defensiva", ya que desde esa situación nos sentimos mucho mas cómodos que "jugando al ataque", y es que eso conllevaria tomar decisiones. Algo mucho mas incomodo, pero que va unido de manera irremediable a un Líder.
Cambiando nuestros pensamientos somos capaces de cambiar las circunstancias. ¿Milagro? No. Simplemente que en lugar de paralizarnos reforzando nuestros problemas y creencias negativas, nos ponemos manos la obra con la intención de revertir la situación.
Seguro que esa es nuestra primera intención, pero tal vez la forma de enfocar el tema no sea la adecuada. Eso si, ¡ojo!, el no hacer mas grandes los problemas hablando de ellos, no significa que callemos para ocultarlos. Así tampoco se solucionan. Esto es muy importante para no llevar las cosas de un extremo a otro.
Los problemas seguro que aparecerán, pero de nada nos servirá hablar de ellos, ya que como he dicho, solamente conseguiremos hacerlos mas grandes. No hace falta que se lo digamos a nadie para convencernos de que existen. Hagamos algo al respecto con ellos, y podremos hablar de como revertir una situación negativa, con el habito de enfrentarnos a ella con una visión positiva, constructiva y eficaz.
Los problemas están para solucionarlos, no para darles vida, y no hay nadie mejor para hacerlo que nosotros mismos, ya que tenemos la experiencia, y el conocimiento necesario para que así sea. Esa experiencia que acumulamos a través de nuestras propias vivencia es la mejor "formadora" en estas lides. No esperemos a que nadie nos solucione los problemas, porque esas mismas decisiones están en nuestra voluntad de querer hacerlo.
¿No os ha ocurrido en alguna ocasión que después de que alguien haya dicho como había que afrontar una situación, habéis pensado, "vaya, eso ya lo sabia yo". Entonces, ¿porque no lo hemos hecho?. ¿Falta de determinación? ¿Comodidad? ¿Ausencia de confianza? Si ha sido por alguna de estas ultimas cosas, ¡¡perfecto!!, porque todas ellas van implícitas y dependen de nosotros. Por lo tanto, cuando sufrimos un contratiempo, o revés, o problema, o como queramos llamarle, tenemos dos opciones: hacer algo al respecto, porque como sabemos, cualquier cosa que pensemos hacer nunca tendrá validez sino tenemos la fuerza de voluntad necesaria para ponernos en marcha. Todo lo demás son intenciones, y no soluciones.
No se trata de solucionar siempre el mismo problema, ya que nos estancaríamos con ellos. Se trata de tener la actitud necesaria para afrontarlos, aprender y establecer las medidas necesarias para intentar que no vuelvan a ocurrir.
La determinación y voluntad que ponemos en su resolución, depende únicamente de nosotros.
José Lorenzo Moreno López
Imagen: cursosdecatadevinos.com
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