Si nos damos cuenta de que nos pasamos el tiempo buscando excusas y quejándonos continuamente seremos capaces de descubrir que lo que ocurre realmente es que ese objetivo no tiene valor para nosotros, y por mucho sentido que intentemos buscarle no lo tendrá nunca, porque cuando algo nos importa realmente, las excusas desaparecen, las quejan no existen y el esfuerzo se multiplica. Solo se trata de buscar un objetivo realmente importante: ¡¡Nuestro objetivo!!
Si lo que hacemos no nos gusta, ¡¡cambiémoslo!! Si no encontramos sentido a nuestro objetivo, ¡¡cambiémoslo!! Vivimos solo una vez y no podemos permitirnos el lujo de desperdiciar nuestro tiempo en la búsqueda de realizaciones con las que no nos sentimos comprometidos, con las que no nos identificamos, con las que no somos capaces de entusiasmarnos y con la que no somos capaces de divertirnos. Y es que como dijo aquel, “cuando uno trabaja y hace lo que le gusta, nunca más vuelve a trabajar”.
Nuestra vida necesita un enfoque claro, que nos permita ir en una dirección llena de sentido, porque si los desafíos y objetivos que nos marcamos tienen suficiente valor para nosotros, no dejaremos de luchar y perseverar por ellos a través de las acciones que continuamente estaremos poniendo en marcha.
Siendo capaces de marcarnos un objetivo valioso, todo lo demás vendrá por añadidura, porque irremediablemente daremos lo mejor de nosotros mismos un día tras otro, una acción tras otra. Y una vez lo hayamos conseguido nos sentiremos realmente orgullosos de ver lo que hemos sido capaces de conseguir cuando hemos creído en lo que estábamos haciendo.
¿Qué queremos conseguir? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a comprometernos por nuestros sueños?
Pensemos bien hasta donde queremos llegar en la Vida, porque todo lo que genera un Compromiso está en nuestras manos conseguirlo.
José Lorenzo Moreno López
©jlml2019
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