Y le damos tregua en el mismo momento en el que dejamos fuera de todas nuestras decisiones a quien la hace funcionar: Nuestro Corazón. Ella está siempre dispuesta a lucir en su máximo esplendor. Vive en nosotros. Solo espera a que le demos permiso para actuar.
Utilizar solo nuestro cerebro puede sernos de mucha utilidad, aunque no será muy efectivo, ya que cualquier idea que queramos poner en marcha, cualquier sueño que queramos alcanzar, necesita de toda la energía que solo nuestro corazón puede aportar.
La Vida es absolutamente extraordinaria como para limitarla solamente a la razón. Y es que cuando pensamos todo lo que debemos hacer, y todo lo que debemos sentir, nos estamos privando de la verdadera esencia de la misma. Nos estamos olvidando de vivir. Y la Vida es tan maravillosa que no podemos dejar que nadie nos la cuente. Tenemos que ser capaces de disfrutarla nosotros mismos.
Añadamos a cada uno de nuestros días el brillo y la energía radiante de la pasión. Porque vivir apasionados es vivir enamorados de toda la belleza que nos rodea.
Cuando sintamos que nos ha abandonado, no la busquemos lejos de nosotros. Miremos en nuestro interior y volvamos a despertarla, porque cuando la Pasión entra en juego, nuestros sueños empiezan a estar un poquito más cerca.
José Lorenzo Moreno López
©jlml2019
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