Siempre lo he dicho, y una vez más lo repito. El Compromiso no se pide. El Compromiso se genera. Por eso mismo, la capacidad de generar compromiso es una de las cualidades mas valorada en un Líder.
En ocasiones pensamos que para conseguirlo tendremos que poner en práctica un sinfín de técnicas motivadoras que nos cuestan ese tiempo que luego decimos que nos falta, y que en la mayoría de los casos no sirven absolutamente para nada, cuando hay una cosa que depende de nosotros y que es la clave de todo: Hacer lo que decimos.
Hacer lo que decimos parece sencillo y no es que no lo sea, sino que somos nosotros quienes lo hacemos difícil, ya que hablamos, hablamos y hablamos, con estrategias cortoplacistas pensando erróneamente que a las personas las cosas se le olvidan. Y no es así. Nadie genera mas compromiso que quien hace lo que dice que va a hacer. La reputación y credibilidad de un líder reside en sus palabras.
Habrá cosas que no le gusten a todo el mundo, aún así, hacer lo que se dice es la única posibilidad que existe para ser efectivos y confiables.
Quienes lideran únicamente diciendo lo que la gente quiere escuchar son aquellos que acaban creando frustración, porque no hacer lo que se dice, en un momento dado les obligará a rectificar o desdecirse, algo que puede ocurrir por alguna circunstancia puntual, y que hasta cierto punto llegaría a ser entendible, aunque cuando el incumplimiento continuo de lo que se dice se convierte en hábito, es cuando se corre el peligro de quedarse absolutamente solo y aislado.
Hacer lo que se dice es una forma de tratar a las personas como mayores de edad, sin paños calientes, sin engañarlas, y sin pensar que son fácilmente manipulables.
Hacer lo que se dice es fácil, siempre y cuando sepamos realmente lo que podemos y está en nuestras manos hacer. Hay cosas que no dependerán exclusivamente de nosotros. En ese caso es cuando no hay que empeñar la palabra por querer solucionar una situación concreta, ya que, aunque en el corto plazo pueda parecer resuelta, en el medio plazo nos pasará factura.
Liderar con verdadera efectividad no pasa por regalar los oídos continuamente a los demás. Liderar con efectividad reside en saber lo que hay que hacer, decirlo y hacerlo.
Como decía aquel, no hay nada mas peligroso que querer contentar a todo el mundo, algo que pensamos que hacemos cuando decimos cosas por decir, sabiendo que no las podremos cumplir.
No existe nada mas desmotivador para una persona que recibir una promesa y que después no sea cumplida. Por eso las promesas no forman parte del vocabulario de un líder.
Decir la verdad, sea cual sea, amable o incómoda, alegre o desagradable requiere grandes dosis de coraje y valentía, y por eso un líder es un líder, porque debe contar con ambas cualidades.
José Lorenzo Moreno López
©jlml2018
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