Así que, reflexionando un día, me pregunté: Si los tesoros están escondidos, son tan valiosos, y hay que descubrirlos, y mi abuela escondía las mandarinas, ¿no será que las mandarinas son un tesoro?
Aún así, esperar un poco, porque mi consabida "chaladura creativa" aún no ha terminado. Cuando hablamos de la importancia de la Actitud Positiva de cada uno de nosotros podemos decir que tenemos un tesoro en nuestras manos, por lo que si la Actitud es un tesoro, y las mandarinas es otro, ¡¡ya está!!, vamos a combatir la negatividad con mandarinas. ¿Sencillo, verdad? Pues sí, permitirme deciros que sí. Es sencillo.
Una vez puestos en antecedentes, a partir de ahora, tengamos en cuenta de que cada vez que hable de mandarinas me refiero a Actitud Positiva.
Es así. Todos tenemos nuestra propia mandarina, y de nosotros depende como queramos comérnosla. En gajos, en zumo, etc, etc...
Muchas personas de nuestro entorno intentan contagiarnos continuamente su negatividad y pesadumbre. Nos cuentan sus penurias, sus quejas y sus excusas, pero nunca nos dicen que ellos no ponen nada de su parte para solucionarlo, porque piensan que todo es culpa de los demás, de su entorno, y de "ser como son".
Yo no iba a ser una excepción. A mí también me ocurre que vienen a intentar contagiarme esa actitud negativa, aunque en ese momento yo les pregunto: ¿quieres que te pele una mandarina?
Oye!!, es hacerles la pregunta y parecen que les he dado la "kriptonita" que derrotaba a Superman. Y es que hay personas que subsisten y se mantienen gracias a ese engañoso "superpoder" que creen tener con la negatividad, con el que van sobreviviendo, fundamentalmente porque siempre hay alguien al que hacer cómplice de sus problemas.
Cuando alguien viene a contagiar su negatividad y nosotros la combatimos ofreciéndole y pelandole una mandarina, estamos alejando esa actitud de una manera amable y positiva, reforzando nuestras creencias, y además nos permite seguir manteniéndonos en el camino correcto al que nos dirige nuestra Actitud Positiva.
No hay nada mejor para combatir la actitud negativa que hacerlo con actitud positiva. Y si insisten con la negatividad, nosotros seguimos sonriendo, y si no tienen bastante con la sonrisa, que tengan cuidado ¡¡no vaya a ser que les demos un abrazo!!
En definitiva, más, y más, y mucha más actitud positiva. Que sepan que nada ni nadie decide nuestra actitud, solo nosotros.
Las personas negativas no querrán estar cerca, y eso es lo que nosotros buscamos al fin y al cabo. Nada más que crear entornos positivos que nos conduzcan a resultados positivos, y simplemente con ofrecer una mandarina estamos alejando de nosotros toda esa negatividad.
Por eso yo desde hace tiempo llevo siempre conmigo una mandarina, porque nunca un pequeño tesoro como este ha tenido tanto poder y tanta influencia positiva, y es que en ocasiones invertimos demasiado tiempo en la búsqueda de grandes soluciones, cuando el remedio es mucho mas sencillo.
José Lorenzo Moreno López
Imagen: elpopular.pe
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