Hay personas que pasan por la Vida de puntillas, sin ser conscientes de que solo vivirán una vez.
Estas personas, por lo general, son aquellas que no se plantean retos, ni se marcan objetivos que les puedan permitan disfrutar de la Vida en toda su plenitud.
Cuando hablo de objetivos no sólo me refiero al terreno laboral. La Vida en si misma necesita de objetivos. No hay nada que pueda motivarnos e ilusionarnos mas que tener una meta que conseguir, algo por lo que luchar, a sabiendas de que, si somos capaces de alcanzarlo, habremos conseguido algo muy grande: transformar una ilusión en una realidad.
Ahora viene la pregunta: Si sabemos que esto es así ¿porqué no lo hacemos? Una pregunta con una respuesta bien sencilla: ¡¡Comodidad!!
Hay quienes a eso le llaman "zona de confort", aunque realmente lo que ocurre es que nos volvemos vagos, le damos rienda a la pereza y ésta es la que se pone al mando, no queremos mas, nos conformamos con "ir tirando", priorizamos las excusas, cuando lo que verdaderamente le da sentido a nuestra Vida es hacer que ella nos acompañe hacía donde nosotros queremos que se encamine.
Claro que hacer eso nos lleva tiempo y esfuerzo, y precisamente eso lo que la hace maravillosa, porque la Vida nos da solamente una oportunidad para invertir ese tiempo, y todo lo que merece la alegría, necesita de un esfuerzo previo, porque como mas se valoran las cosas que conseguimos es cuando hemos tenido que hacer una inversión previa. Y en este caso la inversión es en forma de alegría, motivación, entusiasmo, esfuerzo, perseverancia, constancia, etc, etc, cosas que al fin y al cabo dependen de nosotros, porque son cuestión de actitud.
Disfrutar de la Vida debería ser nuestro Objetivo principal, y el plan de acción para ello debe estar conformado por "micro ilusiones" que hagan que cada nuevo día sea para nosotros una oportunidad de disfrutar de la belleza que nos rodea en cada rincón, y a cada instante.
Soñemos en grande y tengamos compromiso con la Vida. El compromiso de dar lo mejor de nosotros mismos, ya que de ese modo, aprovecharemos al máximo la maravillosa experiencia de estar vivos.
Y es que nunca deberíamos olvidar que la Vida, siempre, siempre, siempre, es ahora.
José Lorenzo Moreno López
Imagen: Odissey
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