Llegado a este punto, y para llevar el articulo al terreno del liderazgo, os propongo responder a una pregunta. ¿Quien no ha conocido alguna vez a un supuesto Líder que no estuviese diariamente creando problemas donde no los había, resucitando conflictos o invocando continuamente al "mal tiempo"? ¿Quien no ha conocido a un Líder como el Doctor Victor Frankenstein?. ¿Todos tenemos respuesta? Si es así, continuemos, y para ello tendremos en cuenta que nos basaremos en la figura del Doctor, y no en la del Ser diabolico que creó.
Estos personajes, aunque por fortuna, en decadencia, todavía existen en algunas Organizaciones, por lo que a partir de ahora les llamaremos "Frankeliderstein". Son personas agoreras, fabricantes de desmotivación, neutralizadores de entusiasmo, y creadores de incertidumbre, ya que piensan que todo va a salir mal, además de intentar contagiar esa manera de ser a todo su equipo. "¿Lo veis?, os lo dije, esto seria un problema...", son frases utilizadas continuamente por estos "doctores" en pesadumbre y "galenos" de la zozobra.
Pero esto, si no fuese bastante de por sí, no es todo. Lo peor es que ¡¡no saben vivir sin problemas!! y si en algún momento no los hay, los crean. No pueden formar equipos de trabajo estables, y por lo tanto experimentan metiendo "cizaña" entre las personas para así tener un motivo que justifique su "status". Intentan rodearse de colaboradores mediocres, los cuales siempre le hagan parecen mejor de lo que realmente es. Además sienten nostalgia del pasado, viven anclados a él, todo lo recuerdan como si aquella etapa pasada hubiese sido maravillosa y que nada de lo que hay ahora podrá llegar a parecerse lo mas mínimo a ella.
No entienden que la estabilidad en un Equipo, la Motivación, y el Compromiso es la clave que mantiene unidas a las personas en busca de un objetivo común.
"Frankeliderstein" se pasa los días creando nuevos conflictos y "resucitando" viejos problemas que consiguen mantenerle enfocado en sus primitivas teorías de que para que todo salga bien hemos tenido que solucionar muchos problemas. Tal vez si Mary Shelley hubiese escrito su novela en estos tiempos, en lugar de Frankenstein le hubiese llamado "Golpesdepechoenstein".
Estas creencias llevan a "Frankeliderstein" a manejar un tipo de comportamiento ambiguo, ya que dice una cosa, pero piensa otra. Dice que delega, pero absorbe. Dice que cree en las personas, pero no se fía de su sombra. Nadie es comparable a él, y si encima alguien consigue resultados sin esfuerzo aparente no tiene merito, ya que para estos Lideres, el talento natural no existe, todo tiene que tener un esfuerzo anterior. Y es cierto que la actitud es clave, pero la aptitud innata de las personas no puede negarla ni "Frankeliderstein" ni nadie.
Siempre tienen excusa. Así, si alguno de sus colaboradores o compañeros hace algo bien es porque ha tenido "buena suerte", pero si por el contrario algo sale mal, es porque no se le ha dedicado el tiempo suficiente.
Un cumulo de despropósitos que le llevan, sin darse cuenta, a la mas profunda de las soledades, al igual que le ocurrió en la novela al propio Doctor Victor Frankenstein, con lo cual, y a pesar de que pueda creer que ha conjuntado un buen equipo, lo único que tiene es un grupo de colaboradores que actúan a su libre albedrío y practicando su profesión como creen mas oportuna.
Las frases que utilizan habitualmente los "Frankeliderstein" comienzan por: "El problema es que..." Imaginad por un momento el tener que estar liderados por una persona que lleve siempre la palabra "problema" en los labios. Y no solamente eso, sino que si alguien lo soluciona, ya está aquí el para "reanimarlo". Solamente de pensarlo, ya me está dando pereza, archienemiga también del liderazgo, pero es que tener un "Frankeliderstein" debe ser muy agotador.
En otros casos puntuales donde el problema puede quedar solucionado si se toman decisiones, "Frankeliderstein" no lo hará, sino que le dará las vueltas necesarias para que ese problema se enquiste aún más, lo que le hace parecer imprescindible, porque solamente él es quien puede cerrar el tema. Lo peor de todo es que en la mayoría de las ocasiones, los "Frankeliderstein"no son conscientes de ello, aunque en otras si lo son, y aún mas grave, es que piensan que nadie se da cuenta de ello, con lo cual su posición de Liderazgo queda debilitada ante sus colaboradores porque estos creen que se puede solucionar y cerrar el mencionado problema.
Si los problemas normalmente ya vienen solos, ¿para que tener un "Frankeliderstein" que los llame, los reanime y los alimente? Si la novela es de 1818, este tipo de lideres son de la misma época, con versiones renovadas, como todas las películas que se han hecho sobre el libro durante los últimos años, pero con el mismo fondo.
Las Organizaciones hoy en día no necesitan "Frankeliderstein" que se pasen el día dándole vuelta a los problemas y yendo contra el poder establecido o "poder divino", si no que buscan Lideres que detecten los mismos, y hagan algo al respecto, para que esos mismos problemas no vuelvan a ocurrir.
Para demostrar que somos buenos Lideres no tenemos que hacer mucho ruido. Tenemos que tomar decisiones y bajar el "volumen" de los imprevistos para que nuestros Equipos tengan la certeza de que están guiados por personas coherentes, con valores y principios, que no temen rodearse de los mejores colaboradores, y no de tipos como Igor en "El Jovencito Frankenstein", que aún reconociendo que era muy gracioso, el hombre llegaba hasta donde llegaba, y que utilizan los problemas solamente como herramientas de crecimiento, aprendiendo de ellos, y poniendo medidas para que no vuelvan a ocurrir, y que además son capaces de delegar en las personas, y lo que es más importante, como dijo aquel, tienen la fuerza de voluntad para no entrometerse mientras están haciendo las tareas delegadas.
Volviendo a la novela, y casi para finalizar, recuerdo que en la versión llevada al cine por Kenneth Branagh, Victor Frankenstein, al cual interpreta el mismo Branagh, muere en el Polo Norte, y el ser que ha creado y que lo encuentra, interpretado magistralmente por Robert de Niro, se entristece y muere junto a el. Algo así como lo que puede ocurrirles a los "Frankeliderstein", y que es terminar solos y rodeados de sus problemas.
Yo realmente prefiero seguir solucionando problemas y poniendo medidas para que no vuelvan a ocurrir, y continuar creciendo de la mano del Talento de mis colaboradores que al contrario de ser un problema es una gran bendición, y es que compartir Talento en lugar de "reanimar" problemas debería ser una de las prioridades de los Lideres de hoy en día.
José Lorenzo Moreno López
Imagen: planetpulp.dk
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