Así reza este refrán que en La Mancha utilizamos bastante, sobre todo en estas fechas, en las que no sabes muy bien a que dicho agarrarte, ya que lo mismo amanece nublado, que ha helado, que sale un sol "mentiroso" que hace parecer que el día es fantástico, y cuando sales a la calle te quedas mas "tieso que una llave" del frío que hace. En fin...
Todos sabemos que a lo largo que avanzan esas mañanas de niebla, nos va dejando por delante un día soleado aunque fresco y que hace trabajar al refrán para después, dejarnos unas tardes muy agradables.
Y entre niebla y sol está nuestra Actitud, la que nos hace quedarnos paralizados en casa por esa niebla, o la que nos invita a pensar en todas las oportunidades que tendremos cuando esta nos abandone. Y es que adaptando este refrán al liderazgo podemos ver que existen dos posibilidades. La de quedarnos parados ante los problemas (niebla) y no hacer nada, o ver las oportunidades que se esconden tras de ellos (tarde de paseo), si somos capaces de hacer algo al respecto para solucionarlos.
Un Líder real no se alegra de esa niebla, pero si que que sabe que después de ella podrá desarrollar todas sus habilidades. Un problema es esa niebla, un objetivo no conseguido es esa niebla, etc,etc, y todo porque esas dificultades o resultados no alcanzados nos están diciendo que tendremos por delante una magnifica tarde de paseo, traducida en la posibilidad de volver a empezar, de seguir mejorando nuestras competencias, de continuar descubriendo y desarrollando el talento de nuestros colaboradores, e incluso de saber que existen formas diferentes de hacer las cosas. Solo se trata de ser conscientes de que la niebla no dura siempre, sino que en muchas ocasiones, solamente se expande en nuestra mente.
Hay personas, afortunadamente cada vez menos, que se alegran de esa niebla, pero por unos motivos distintos, y es que es una excusa perfecta para no hacer nada, y que incluso, quieren convencer a los demás de que no salgan a la calle porque "no se ve nada".
Otros, por el contrario, en cuanto ven la niebla empiezan a preparar los bártulos para irse al campo a merendar, sabiendo que durante el tiempo que dure la niebla, ellos podrán prepararse para disfrutar de las cosas buenas de la vida.
Y este refrán utilizado como metáfora para adaptarlo al mundo del liderazgo, nos viene a decir que nuestra Actitud es la que tiene la capacidad de hacer que un día sea malo por completo, o por el contrario vaya mejorando con el paso de las horas, hasta convertirse en fabuloso.
Si somos personas que dirigimos equipos, hemos de ser los "meteorólogos" de nuestras unidades de negocio, y por lo tanto los que debemos comunicarnos con nuestros colaboradores, diciéndoles el tiempo que está haciendo en estos momentos, y sobre todo, el que podrá hacer, si somos todos capaces de trabajar en equipo y con el compromiso necesario en busca de un objetivo que con suficiente antelación nos habremos marcado.
Y podemos hacerlo de dos formas, aunque solo una es la recomendable. Diciéndoles que hoy ha amanecido con niebla y no podremos hacer nada (esta es una llamada clara "al mal tiempo"), o podemos transmitirles que aunque haya amanecido con niebla, vamos a ir preparando nuestras mejores galas, porque no durará mucho, y cuando se levante, tendremos por delante un día extraordinario para dar lo mejor de nosotros mismos y hacer que sumando todos nuestros talentos, trabajando en equipo y aprovechando cada una de las sinergias que encontremos en el camino, estemos en disposición de crecer conjuntamente, para que nuestras Organizaciones brillen con luz propia.
Y todo gracias a que habremos aprovechado el buen tiempo que ha quedado, ahora que se ha marchado la niebla.
José Lorenzo Moreno López
Imagen: favim.com
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