Y es que un líder no espera a que el Universo conspire a su favor, sino que aprovecha cualquier situación para hacer que sea la mejor posible, con las herramientas de las que disponga y en el lugar en el que se encuentre, aunque eso si, con su actitud, ya que sabe que es lo que únicamente está en sus manos poder decidir.
Un líder sabe que no puede esperar a que todo el mundo esté de acuerdo con él, ni que lo que hace sea del agrado de todos, cosa que no le hace bajar los brazos, ni desistir en sus decisiones ni acciones, ya que las basa fundamentalmente en sus valores, y no en el que dirán los demás, a la vez que entiende que una vez lo haga estará aportando una cosa muy importante, un valor que tan solo el puede añadir, y es su propia autenticidad y originalidad, algo que le hará ser único e irrepetible.
Seguro que si tuviese en cuenta todas las opiniones y argumentos negativos y agoreros de los demás, encontraría miles de excusas como para no hacer nada, pero un líder sabe que si dedica su atención y su enfoque hacia aquellas cosas que tal vez no podrían salir bien, quedaría totalmente fuera de juego, y por eso busca la forma de aportar valor positivo haciendo cosas diferentes, pensando en positivo, y con un responsable atrevimiento, que le pondrá en marcha hacia la búsqueda de soluciones, en lugar de permanecer inmóvil ante los acontecimientos.
Un líder sabe que ningún desafío es tan grande como su capacidad para superarlo, y de ese modo, junto con sus colaboradores, se dedica a buscarle sentido a todas aquellas circunstancias que deben enfrentar, para que esos desafíos se traduzcan en oportunidades que aprovechadas al máximo les conduzcan hacia la conquista de sus mas valiosos objetivos.
Por un eso, como lideres, debemos de buscar lo que es mejor, en lugar de lo mas fácil, a la vez que invertimos nuestra pasión y nuestro compromiso hacia aquellas cosas que serán importantes para nosotros, y para las personas que nos acompañan en el recorrido, ya que de ese modo, conseguiremos llenar y aprovechar al máximo ese tesoro inmenso llamado tiempo, que cuando tiene verdadero sentido, somos capaces de llenarlo de acciones y de valor duradero y perdurable.
José Lorenzo Moreno López
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