Así pues, yo me pregunto, ¿una idea podría ser una ilusión? ¿Una tormenta de ideas podría ser una tormenta de magia? Si echamos la vista atrás, podríamos considerar a cualquier inventor como un mago, y a cada invento como magia. ¿Os imagináis a Edison el día que encendió la primera bombilla? ¡Qué cara debieron poner los que le rodeasen!
La única diferencia respecto a la magia, es que si que se sabían las causas por las que se crearon, los pasos que se siguieron, las estrategias que se planearon. Y en primer lugar porque alguien soñó alguna vez que eso era posible, y evidentemente, se puso manos a la obra.
Para ser un líder ilusionista el primer requisito que necesita es la Osadía, porque ese factor influye de manera altísima en las posibilidades de lograr objetivos. Y es que una persona que demuestra osadía, lo intentará tantas veces como sea necesario. Su "Ilusión" podrá fracasar una vez, dos, tres, pero a la larga triunfará.
Cuando somos capaces de transformar sueños en ideas, estamos comenzando a ser ilusionistas. Necesitamos la magia de todos nuestros colaboradores. No les neguemos las ideas. Cualquier idea puede ser buena si somos capaces de moldearla, de gestionarla, de quererla, de creer en ella.
Es importantísimo no darlo siempre todo por hecho, no pensar que nosotros tenemos la verdad absoluta. La magia está por todas partes, y todo el mundo tiene derecho a tenerla y a expresarla.
Un anti líder (llamo así a todos los que llevan la envidia a cuestas), te dirá que cualquier éxito que hayas tenido no habrá sido magia, sino casualidad y buena suerte. Hay una frase muy buena que dice que "en lugar de criticarme, trata de imitarme".
Un líder cree firmemente en sus sueños e ilusiones, y junto a sus colaboradores no desiste en el empeño de convertirlos en realidad.
Thomas Jefferson dijo que "no sé qué pasa que cuanto más duro trabajo, más suerte tengo". La osadía ayudará a investigar, a innovar, a cambiar. Total, lo único que se puede encontrar arriesgando es el fracaso, y ese fracaso nos vuelve a impulsar hacia el éxito, sabiendo que como lo hemos hecho no nos ha servido y por lo tanto tenemos que modificar nuestra estrategia.
Si eres de los que tienes miedo al fracaso y el miedo te paraliza, deberías buscar otras alternativas, ya que un líder real trabaja siempre por la excelencia, por el triunfo y el éxito y por ver transformadas en realidad, "mágicamente", todas las ideas que una vez fueron sueños.
José Lorenzo Moreno López
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