Así que no dudemos en soñar, y además soñar en grande, para que esos sueños nos fortalezcan y nos sirvan de impulso y motivación para acompañarnos en aquellos momentos en los que sintamos que nada merece la alegría.
Un sueño es una ilusión, y son eso, las ilusiones, las que nos permiten mantener intacta nuestra esencia. Así que, manteniendo a salvo nuestros sueños de aquellos que puedan incitarnos a abandonar y a dejar de luchar, es como podremos aportar al mundo lo mejor de nosotros mismos.
José Lorenzo Moreno López
Comentarios
Publicar un comentario