Hay una cosa muy clara. Un Líder real trabaja por la Excelencia y por hacer que las cosas sean tan perfectas como sean posibles. Para ello, siempre tiene en cuenta una premisa, y es que es para que realmente lo sean, parte de la base de que ya lo son, y por eso se convierte automáticamente en diseñador de esos momentos futuros, con los “patrones” que el presente le pone por delante. El momento es el que es, y eso mismo es lo que le permite tener una perspectiva mas amplia en relación a como podrá ser, y a como aprovechar las oportunidades que esos mismos instantes le están brindando. Y son perfectos, porque si algo va mal, está aprendiendo una lección, la de que hay que hacer las cosas de forma diferente, y si le va bien, le permite reforzar las acciones que está llevando a cabo para que sigan marchando igual. Sabemos que un Líder real tiene que tener una marcada actitud positiva, pero no por ello debe ser ingenuo y ocultar la realidad, sea cual sea...