¿Qué es más importante realmente?. ¿Ser el primero, o ser el mejor?. ¿Ganar una carrera o ganar el campeonato?. ¿Exigencia o excelencia?. Vivimos en un mundo que va a toda velocidad y en el cual los resultados apremian, pero es ahora más que nunca cuando el hacer las cosas bien puede generar excelentes realizaciones futuras. Es cierto que cuando la excelencia forma parte de nuestros valores, algo que debe ser innegociable en un líder, puede parecer que vamos un poco más despacio o nos estamos quedando rezagados. Sin embargo, lo más fácil es que así consigamos llegar mucho antes a nuestros objetivos. Y es más, lo que consigamos se hará perdurable en el tiempo, ya que para llegar a esos resultados habremos invertido formación, conocimientos, experiencias, trabajo en equipo, lo que hará que la luz que hayamos encendido se mantenga encendida durante más tiempo. El hacer las cosas deprisa y corriendo para obtener un resultado inmediato solamente nos hará tener más posibili...