Cuando nos ponemos a los mandos de un equipo, de una empresa, en definitiva, cuando adquirimos el rol de líder , una de nuestras mayores prioridades debería ser ocuparnos por nuestra propia formación. Una formación que se podría definir como " autónoma ", ya que debemos tener inquietud por estar continuamente al día, conocer nuestro negocio, a nuestros equipos, y sobre todo, las nuevas técnicas de dirección, que no nos permitan anclarnos en el pasado, ya que todo se renueva y el liderazgo y la gestión del talento no es menos. Además de nuestras aptitudes, debemos tener la actitud positiva necesaria que nos permita avanzar continuamente. Recordar que cuando hacemos algo la primera vez aprendemos, el resto de las ocasiones posteriores, entrenamos. Y así es. La vida es un entrenamiento continuo, ya que debemos estar poniendo en juego constantemente todos los conocimientos adquiridos. Y eso ocurre en el trabajo, en las rel...