Has diseñado una estrategia perfectamente estructurada, te has preparado en consecuencia para ponerla en marcha, y has invertido toda tu energía realizando acciones realmente positivas, cuando de repente ocurre algo que te cambia todos los planes. ¿Te suena, verdad? El liderazgo de hoy en día, si de algo necesita, es de personas que cuenten con una gran capacidad de aceptación. ¡¡Ojo!!, no confundir con resignación. Aceptar es entender lo que ocurre, modificar la estrategia cuando sea necesario, y continuar adelante, mientras que la resignación está directamente relacionada con la bajada inminente de brazos, y con el pensamiento de que nada podemos hacer para cambiar las cosas, salvo, eso sí, culpar a la vida de todas nuestras desdichas, algo que algunas personas lo tienen perfectamente interiorizado, y se les da de maravilla. Si conoces a alguna de ellas, te recomendaría que te alejes todo lo que puedas de ella, porque lo único que harán es darte lecciones de negatividad que t...