Normalmente las cosas que pensamos que merecen la pena no se encuentran detrás de la puerta, ni las tenemos en algún cajón. Todas las cosas que nos ilusionan necesitan de nuestro esfuerzo, nuestro tiempo, y nuestro compromiso.
Y entonces suele ocurrir que cuando no priorizamos nuestras tareas, y no separamos lo importante de lo que no lo es, nos dejamos llevar por el día a día, y queremos conseguirlo todo cuanto antes mejor, es cuando nos estamos alejando de todas las cosas maravillosas que la vida tiene para ofrecernos, incluidos los éxitos y resultados mas espectaculares que podríamos alcanzar si invirtiésemos ese esfuerzo, ese tiempo y ese compromiso en su búsqueda y realización.
Es en ese momento cuando aparecerán los que viven arrastrados por la inercia de ese día a día y sumergidos en inútiles batallas, para decirnos que nuestros objetivos son inalcanzables, que vivimos de fantasías y que somos unos ilusos por querer intentar hacer otras cosas. Nos dirán que desistamos, que no podremos.
Entonces es cuando entendemos que ese "no podremos" no es real, Ese "no podremos" viene dicho por la falta de tiempo a causa de la desorganización y nula capacidad de priorizar de esas personas, ya que no han tenido ni un minuto para pararse a pensar que es lo que podrían conseguir si dedicasen algo de esfuerzo, tiempo y compromiso a buscar y a trabajar por las cosas que realmente merecen la pena. Y es que si lo hicieran verían que tal vez otra realidad es posible.
Sean cuales sean nuestros sueños, no renunciemos a ellos solo porque nos reclamen tiempo y esfuerzo. Busquemos soluciones para dedicarles lo mejor de nosotros, para seguir luchando y perseverando por ellos.
Cuando damos lo mejor, recibimos lo mejor, y lo mejor de la vida espera a que nosotros tengamos la intención y la voluntad de ir a por ello.
Nos costará tiempo y esfuerzo, pero merecerá, no la pena, sino toda la alegría.
José Lorenzo Moreno López
Imagen: goodwp.com
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