En algún momento, incluso sin tenerlo previsto, llegará
ese día en que echaremos la vista atrás para hacer inventario de nuestra vida,
y justo entonces, en ese instante, deberemos estar muy bien preparados para
responder a todas las preguntas que nos haremos, y cuya respuesta conocemos
desde hace tiempo. Ese mismo tiempo en el que hicimos, o dejamos de hacer
muchas de las cosas que precisamente serán las que nos harán mirar atrás.
Ese día no tendremos que responder ante nadie. Ese día
nos servirá para reconciliarnos con nosotros mismos, y sin necesidad de
reproches, entender que lo que tenemos, no es mas que el resultado de las
decisiones que tomamos en un momento determinado, y preguntarnos porqué dejamos
que el miedo fuese más fuerte que el coraje, o porqué nos dejamos llevar por
aquellas pequeñas cosas a las que tanta importancia le dimos sin merecerlas, y
que fueron las que terminaron por lastrarnos pensamiento a pensamiento.
Puede que ese día sonriamos, y demostremos
agradecimiento, por todos aquellos momentos desafiantes que demandaron lo mejor
que llevábamos dentro, y de los que aprendimos por la forma en la que fuimos
capaces de afrontarlos. Tal vez ese día, recordemos con un cariño especial esos
instantes importantes de nuestra vida, aquellos que necesitaron una respuesta rápida,
positiva y efectiva, y que fueron los que nos impulsaron, con sus experiencias,
a continuar avanzando hasta conseguir alcanzar nuestros objetivos.
Cuando llegue ese día, deberemos estar preparados,
porque el agradecimiento, o el arrepentimiento, harán escala en nuestra vida, y
todo dependerá de lo que hagamos hasta entonces, y de cómo seamos capaces de
aprovechar cada minuto de los que ahora tenemos la gran fortuna de disfrutar. Esos
minutos que esperan a que, con nuestra mejor actitud, les aportemos valor único
y original, ese que tan sólo cada uno de nosotros podemos aportar.
El tiempo es el bien más preciado que tenemos, y por
tanto, la herramienta que debemos utilizar con la máxima inteligencia si
queremos lograr el éxito, cada uno el que se proponga, ya que para cada persona
esa palabra puede llegar a tener diferente significado. No dejemos para mañana
lo que podamos hacer hoy, y es que, en ningún ámbito de nuestra vida, deberíamos
contar que aquello que no sabemos si tendremos. El tiempo, es el mejor ejemplo.
Toda aquello que algún día vendrá a nuestra mente cuando
echemos la vista atrás, está aquí ahora mismo. Las situaciones que hayan
ocurrido en el pasado, hoy no importan para nada. Si lo que tienes, no es lo
que quieres, ahora es el momento en el que puedes comenzar a cambiarlo. En el único
lugar en el que se puede hacer siempre algo más es en el presente. Y te lo
aseguro, siempre se puede hacer algo más. La decisión más inteligente, y
efectiva, que podemos tomar es aprovechar cada minuto al máximo, más allá de lo
que tengamos que hacer y de las responsabilidades que nos ocupan.
Ahora mismo está comenzando ese momento que recordarás
cuando algún día eches la vista atrás. ¿Qué vas a hacer con él?
José Lorenzo Moreno López
©jlml2020
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