El principio de un nuevo año es el momento
que solemos elegir para soñar con todas aquellas cosas que, en principio,
estamos dispuestos a conseguir durante el mismo. Eso está muy bien, aunque lo
estaría mucho más si tuviésemos un poquito en cuenta que para que todo eso se
cumpla debemos de ser capaces de aplicar a la formula, Propósitos + Sueños, los
elementos que tienen en su poder la capacidad de hacer que todo lo anterior
pueda hacerse realidad: Los detalles.
Pues si, los detalles. Esos elementos
aburridos de gestionar y que muchas veces debemos de convertir en hábitos para
que aporten el verdadero valor que llevan dentro y que son los que tienen la
capacidad de mantener activos los sueños en nuestra mente.
Cuando nos olvidamos de gestionar los
detalles, el victimismo y la mediocridad ocupan su lugar en nuestra mente, y lo
que antes era un sueño y un propósito importante, se convierte en una
frustración al hacernos pensar que no seremos capaces de conseguirlo. La
frustración no existe en éste caso. Lo único que sucede es que dejamos de darle
a los detalles la importancia que merecen. Y es que, nunca deberíamos olvidar
que, el resultado de nuestra Vida no es más que la suma de todos y cada uno de
los detalles, los momentos, y los instantes, que componen la misma.
Para gestionar bien los detalles debemos
darle la importancia que se merecen. Fundamental también será elegir los que
deberemos llevar en primera persona, esos que por responsabilidad nos
pertenecen, e importante también será saber cuales de ellos podemos, y debemos
delegar. Eso si, cuando deleguemos algunos detalles debemos de hacer dos cosas:
La primera conocer la importancia de los mismos, y lo segundo, dar el valor
necesario a las personas que tendrán la responsabilidad de gestionarlos, y
sobretodo, confiar y creer en ellas.
Un propósito sin determinación se queda en
nada. Un sueño sin acción tan sólo es imaginación.
Quienes han conseguido alcanzar un sueño han
sido aquellas personas que han sabido concretar y gestionar todos los detalles
que los componen, asumiendo toda su responsabilidad sobre los mismos, dándole
toda la importancia que se merecen.
Tengamos propósitos importantes. Soñemos en
grande. Visualicemos la importancia que tendrán una vez convertidos en
realidad, y justo después planifiquemos la gestión de todos los detalles que
los compondrán, sabiendo que todos serán importantes en el resultado final.
Entonces será cuando la formula, (Propósitos
+ Deseos + Detalles), multiplicada por altas cantidades de entusiasmo y actitud,
estará preparada para ofrecernos los mejores resultados posibles. Esos que sin
duda estamos suficientemente preparados para alcanzar durante este nuevo año
que acaba de comenzar, y todos los que aún están por llegar.
José Lorenzo Moreno López
©jlml2020
Comentarios
Publicar un comentario