¿Lo haces a menudo o te parece una chaladura? ¿Lo
has hecho alguna vez, o crees que alguien podría acusarte de ser poco humilde? Hablo
de felicitarte cada mañana. Si, si, al despertar, y frente al espejo, ¿o es que
crees que hay alguien más que sepa todo lo que has tenido que invertir para
llegar hasta aquí? Pues ya te digo yo que nadie, absolutamente nadie, podrá
llegar a saberlo nunca.
Tal vez puedas llegar a creer ingenuamente que
realmente habrá alguien que sepa demostrarte todo el valor y el respeto que te
mereces. Pues si felicitarte todos los días puede parecerte una frivolidad,
esperar a que alguien te valore de manera sincera, lo es mucho más.
Cada día es el resultado de todas las cosas
que alguna vez hemos soñado, creado, y hecho. Cada mañana es el indicador del
tiempo y el esfuerzo invertido, la mayoría de veces en silencio. Detrás de cada
nueva mañana hay una gran cantidad de sustancia que nadie jamás podrá llegar a
ver.
Aunque cada día pueda parecer igual que el
anterior, nunca es así. Un nuevo día es mucho más. Es una nueva oportunidad. Es
el momento de aprovechar toda la experiencia anterior para seguir trabajando en
la creación de nuestra mejor versión, y por eso cada nuevo día es algo
extraordinario.
Cuando subestimamos nuestras capacidades, nos
negamos las oportunidades, por eso debemos felicitarnos cada día, porque haber
llegado hasta él es un hecho maravilloso, y un logro de una magnitud enorme. Pensando
así corremos el riesgo de que alguien pueda llamarnos ilusos, aunque conforme
va la vida, quien realmente es iluso es quien no cree en los milagros. Y cada
nuevo día es un milagro que merece la alegría respetar y valorar.
Felicitemonos cada mañana con alegría y entusiasmo. Disfrutemos de
nuestros sueños, apliquemos nuestros valores, desarrollemos nuestra
originalidad, y demostremos, con determinación y acción, el amor que la vida
nos genera, porque todo esto es, ni más ni menos, que el envoltorio de un nuevo
día que tendremos la oportunidad de disfrutar, y sólo con esa actitud seremos
capaces de aprovecharlo al máximo.
Día tras día hemos llegado hasta aquí, y nadie
mas que nosotros sabemos lo que nos ha costado hacerlo. Nuestra Vida es el resultado
de todos ellos. Felicitarnos cada día es dar valor a todos los desafíos a los
que nos hemos enfrentado, y encontrar el impulso y la motivación que
necesitamos para continuar avanzando por un camino que es exclusivamente nuestro.
Yo acabo de felicitarme hoy. ¿Te atreves a
hacerlo tú?
José Lorenzo Moreno López
©jlml2019
Imagen: alphawallhaven
Comentarios
Publicar un comentario