Ya desde nuestra más tierna infancia, llevamos el espíritu competitivo dentro de nosotros, incluso cuando aún no tenemos ni la capacidad de entenderlo. Siempre hay personas y hechos que nos lo transmiten continuamente, en la mayoría de ocasiones incluso inconscientemente, ya que no lo hacen por nosotros, lo hacen por ellos mismos.
Nuestras familias comienzan a rivalizar entre ellas, por nosotros, desde muy pronto. En el colegio, en las actividades deportivas, en una simple fiesta de cumpleaños, siempre intentan que seamos los "más". Los más guapos, los que más sabemos, los que mejor leemos, los que llevamos el mejor disfraz, los que mejor jugamos a tenis, futbol, baloncesto, etc, etc... ¿Participar? Nada de eso, competimos desde el primer momento. Porque además, ese "lo importante es participar" siempre se utiliza como excusa de puertas para afuera, porque para adentro nos dicen, ¿cómo es posible que fulanito te gane?, ¿has visto como menganito escribe mejor que tú?. ¿Participar? ¿Qué es eso?
La gente nos dirá, ¡¡hay que saber perder!!. Yo les digo que no. Que para eso hay que estar agradecido en primer lugar por tener la oportunidad de participar, y en segundo les hablo del sentido que tiene el propio verbo.
Cuando asumimos responsabilidad como Líderes dentro de una Organización debemos tener muy claro que estamos participando, para después poder hacerles llegar el mensaje a nuestros equipos. Ganar o perder dependerá de muchos factores, algunos dependerán de nosotros y otros no, aunque debemos tener en cuenta que cualquier resultado que obtengamos no será nada más que la suma o resta de nuestras acciones. Ni se gana, ni se pierde, se participa.
Esa obsesión por ganar, por ser mejores que los demás, juega en nuestra contra a todos los niveles, porque lo mismo que nos inculcaban de pequeños, lo hacemos nosotros con nuestros colaboradores.
Y eso pasa en nuestras mismas Empresas. Queremos que sean mejores que los de la sucursal de enfrente, o que los que se sientan a su lado en la oficina, llegando al colmo de que perdemos la perspectiva de que ¡¡todos pertenecemos a una misma Organización!!
Y eso pasa en nuestras mismas Empresas. Queremos que sean mejores que los de la sucursal de enfrente, o que los que se sientan a su lado en la oficina, llegando al colmo de que perdemos la perspectiva de que ¡¡todos pertenecemos a una misma Organización!!
Esa obsesión llega al punto de hacernos pensar que si fracaso yo, pero fracasa el compañero de al lado todo está bien. Nos lleva a pasarnos las horas y los días comparándonos continuamente. Terminamos siendo enemigos entre nosotros, y todo por ganar. Y es que en estos casos el fin no justifica los medios, y el "divide y vencerás" nunca debe aplicarse entre los propios compañeros o nuestro propio equipo. Y eso es lo que hacemos en muchísimas ocasiones por ganar batallas personales.
Nadie nunca nos ha enseñado a participar. Si lo hubieran hecho no nos pasaríamos todo el tiempo comparándonos los unos a los otros, y si lo hiciésemos, sería para echarnos una mano y aprovechar nuestras sinergias. Sin embargo es al contrario. No enseñamos nuestras cartas, no vaya a ser que otro se aproveche y obtenga mejores resultados y nos gane en esa clasificación "virtual" que tenemos en nuestra imaginación. Porque a uno lo valoran y examinan por sus propios resultados, no por los de los demás.
Por eso a mis colaboradores no les inculco el ganar o perder, les hablo del valor que tiene el poder participar, y de la importancia que tiene hacer las cosas bien, porque en la mayoría de las ocasiones, el hacer las cosas bien es, como dijo aquel, el mejor plan de acción que existe.
Y además les hablo de la sinergia y la colaboración entre todos, y si somos miembros de una misma empresa aún más, porque eso nos hará más fuertes.
Así que mientras tengamos la oportunidad de participar, asegurémonos de hacer las cosas bien, de aprovechar al máximo el talento de todos nuestros compañeros y colaboradores, de ayudar en la formación y el crecimiento de todos nuestros equipos, de pedir ayuda si es necesario, y por supuesto ofrecerla. En definitiva se trata de ir todos en la misma dirección.
Si somos capaces de hacer todo esto, no tendremos que preocuparnos porque nadie nos explique que es saber perder, porque ganaremos siempre, ya que tendremos muy presente el valor y la importancia de lo que significa participar.
José Lorenzo Moreno López
©jlml2019
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