Pues si. Pensareis en estos momentos que ya estoy asignando una nueva tarea, y que no es suficiente con llevar encima continuamente una "navaja suiza de habilidades", sino que también tenemos que tener nociones de construcción. ¡¡Pero es que es así!! Construir y diseñar entornos y equipos no es una tarea mas, es una tarea esencial y fundamental de un Líder de hoy en día.
Para eso contamos con una herramienta esencial, y que nos acompaña donde quiera que vayamos. Una herramienta que no tiene coste, y que aplicada de manera constante genera excelentes realizaciones: "EL LENGUAJE"
En el ámbito del liderazgo toma especial importancia la capacidad de dirigirnos a los demás y como nos expresamos a través del lenguaje, tanto no verbal, como especialmente, del verbal. O lo que es lo mismo, como transformamos nuestras ideas en palabras y como se las hacemos llegar a nuestros colaboradores.
Partimos de una base ya conocida, y es que positivos o negativos, nosotros elegimos nuestros pensamientos, por lo que hay que pensar siempre que lo que nosotros nos estamos diciendo es lo que estamos transmitiendo. Basta con ver el ejemplo de que cuando nos sentimos bien, todo es optimismo, hablamos con un vocabulario positivo, el entusiasmo nos invade, pensamos que vamos a comernos el mundo, etc, etc...
Sin embargo, cuando damos permiso a que alguna circunstancia nos haga sentir mal, todo se vuelve negro, el futuro no existe, ¿quien me pone la pierna encima?, etc, etc... nuestro vocabulario se vuelve totalmente negativo.
En cualquier caso, debemos tener en cuenta que nuestro equipo es el receptor de esos mensajes, y que afrontarán el momento tal y como nosotros se lo estemos haciendo ver, bien negro o bien de color de rosa. Tal vez no deban de ser ninguno de los extremos, pero bien es cierto que ellos caminan de nuestra mano, y se mimetizarán con el color de nuestras palabras.
De como nos expresemos depende el que seamos capaces de abrir nuevos horizontes o por el contrario que nos quedemos donde estamos. También podemos generar motivación y entusiasmo, o bien pesadumbre y tristeza. Nuestros pensamientos pueden mejorar nuestras palabras, y nuestras palabras dar aliento a nuestros pensamientos, por eso, nuestro vocabulario y lenguaje hemos de alimentarlo con las mejores palabras posibles, aquella que refuercen nuestra actitud positiva, y que además nos llenan de energía.
Hablamos de que el "feed-back" positivo refuerza nuestras relaciones, ya que una palabra amable o una frase positiva puede fortalecer vínculos que de otra forma sería muy difícil. El como decir las cosas puede hacer que una situación determinada se convierta en una oportunidad, o por el contrario, que esa circunstancia se complique mucho más.
"Hay en el mundo un lenguaje que todos comprenden: es el lenguaje del entusiasmo, de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de aquello que se desea o en lo que se cree".
(Paulo Coelho)
Antes de dirigirnos a los demás debemos pensar si realmente lo que vamos a decir es importante o no, y vincular una de las fortalezas del liderazgo, la actitud mental positiva, a nuestro lenguaje y a las palabras que utilizaremos, ya que de nada sirve lo que pensamos si no somos capaces de transmitirlo correctamente.
El pensamiento positivo transformado en palabras positivas puede hacernos generar un ambiente de confianza en nuestros equipos, lo que les ayudará a desarrollar sus talentos. Y a su vez, las palabras positivas nos servirán como refuerzo de motivación para que nuestros pensamientos estén en linea con las oportunidades que la vida nos ofrece a cada instante.
Y nosotros como líderes, somos los arquitectos que deberemos diseñar los mejores entornos positivos.
José Lorenzo Moreno López
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