Pues si. La inspiración tiene nombre propio, y son nombres de personas. De esas
personas a las que se les suele obviar o ningunear, sobretodo cuando las cosas
les van bien, y a las que se tiende a relacionar sus buenos resultados o su
buen hacer con la "manoseada" buena suerte.
Y es que, lo que ocurre habitualmente, es que raramente nos
fijamos en las cosas positivas que hacen, porque la reacción más fácil y cómoda
de una persona viendo a otras que obtienen éxito es sentir envidia, algo que le
conduce a responder de manera equivocada en la mayoría de las ocasiones, en
lugar de analizar que cosas están haciendo de manera diferente e inspirarse en
su ejemplo para intentar alcanzar ese nivel.
Están quienes toman el ejemplo positivo como elemento de inspiración
y se comprometen aún más con sus propias metas, y están quienes intentan desprestigiar
el éxito de los demás buscando factores externos o internos que hayan podido
favorecer sus logros.
En definitiva, hay personas que se preocupan más por sentir
envidia de los demás que por ser más productivos ellos mismos. Imaginar que
pasaría si toda esa energía gastada en sentir envidia y resentimiento fuese
dirigida a tomar ejemplo y ponerla a trabajar a favor.
El que haya una persona que esté obteniendo éxito, no desprestigia
para nada nuestro trabajo. No puede condicionar nuestros objetivos. Normalmente
el concepto "Envidia" no suele venir reflejado en ninguna linea de
las Cuentas de Explotación (CEX) que un líder o gestor de equipos y de unidad
de negocio suele gestionar.
Al contrario, cuantos más personas tengan éxito, mucho mejor,
porque así podremos observar que es posible hacer las cosas de otra forma.
Ningún líder puede justificar sus resultados en los triunfos del vecino. De
hecho, como dije en un articulo anterior, las excusas no deben formar parte del
vocabulario de un líder.
"Un líder real es el que se
preocupa por generar un valor útil, positivo y perdurable para los demás, y no
el que se excusa en los resultados del otro para justificar los suyos
propios".
Debemos de ser capaces de considerar que el éxito de otra persona
también es el nuestro propio, si somos capaces de ver todas las oportunidades
que se abren ante nosotros. Seamos capaces de tomar lo mejor de los demás y
ponerlo a trabajar a nuestro lado. Y si tenemos que preguntar a alguien lo que
está haciendo para conseguir esos magníficos resultados, ¡¡hagasmolo!!, no pasa
nada, no es un signo de debilidad, al contrario, es un síntoma de fortaleza, ya
que si otro puede hacerlo, nosotros también.
El líder que se inspira en
los demás tiene una ventaja importante, ya que a sus aptitudes y actitudes le
añade un valor extra positivo que le hace reforzarse aún más para progresar y
ponerse al nivel no de los demás, sino del que él mismo tiene y que ni siquiera
sabe, y todo por pasar más parte de su tiempo sintiendo y gestionando envidias
en lugar de transformarlas en inspiración.
José Lorenzo Moreno López
Comentarios
Publicar un comentario