A veces intentamos forzar para aparentar algo que realmente no somos, y no nos damos cuenta de que lo que hacemos es perder la verdadera esencia que nos hace diferentes, y que no es otra cosa que ser nosotros mismos.
Vivir únicamente para complacer a los demás es una misión muy complicada, mas aún si eso nos hace perder nuestra identidad y nos anula como personas.
Intentar agradar a toda costa puede ser una hipoteca demasiado alta en el futuro, porque quien realmente nos valore lo hará por lo que somos, y no por lo que damos en una situación puntual.
Dando lo mejor de nosotros mismos en cada ocasión, y comportándonos como personas únicas e irrepetibles, será como realmente marcaremos una diferencia positiva.
José Lorenzo Moreno López
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