¿Qué es más importante realmente?. ¿Ser el primero, o ser el mejor?. ¿Ganar una carrera o ganar el campeonato?. ¿Exigencia o excelencia?. Vivimos en un mundo que va a toda velocidad y en el cual los resultados apremian, pero es ahora más que nunca cuando el hacer las cosas bien puede generar excelentes realizaciones futuras.
Es cierto que cuando la excelencia forma parte de nuestros valores, algo que debe ser innegociable en un líder, puede parecer que vamos un poco más despacio o nos estamos quedando rezagados. Sin embargo, lo más fácil es que así consigamos llegar mucho antes a nuestros objetivos. Y es más, lo que consigamos se hará perdurable en el tiempo, ya que para llegar a esos resultados habremos invertido formación, conocimientos, experiencias, trabajo en equipo, lo que hará que la luz que hayamos encendido se mantenga encendida durante más tiempo.
El hacer las cosas deprisa y corriendo para obtener un resultado inmediato solamente nos hará tener más posibilidades de cometer errores, y normalmente, la impaciencia suele tener un coste muy alto, ya que esas mismas prisas son las que se nos pueden volver en contra. El cortoplacismo nunca suele ser un buen aliado.
No tenemos que confundir paciencia con dilación. La dilación es postponer la realización de una tarea, y la paciencia es hacer lo mejor en lugar de lo que parezca más rápido o inmediato. Paciencia es saber que el viaje a través de la excelencia supone obtener mayores satisfacciones cuando se consiguen los resultados.
A todos nos suena seguro la frase de "pan para hoy y hambre para mañana". Después de un corto periodo de tiempo utilizando estas palabras os puedo asegurar que no queda ni "pan para hoy".
Hay una cosa fundamental que debemos hacer y es ¡¡ponernos en marcha!!... y tener paciencia. Los que buscan conseguir las cosas instantáneamente verán como se les evaporan igual de rápidamente, en el supuesto caso de que las consigan.
José Lorenzo Moreno López
Creo firmemente en el largo plazo, se ve todo más claro, se difuminan los malos rollos, se acaban las posibles interpretaciones.
ResponderEliminarLa relación se hace sólida con el paso de los años, se fideliza con vehemencia, con dedicación plena, sin ambages.
Se establecen alianzas eficaces, con sentido común, tu permaneces ahí y yo también, estamos en el mismo barco.
Un comentario muy acertado Filemón. Gracias por tu colaboración. Un saludo.
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