¡¡Como me gusta la lluvia!! (en su justa medida, por supuesto). Fijaros que hasta un tomo de excusas lleva su nombre: "Nunca llueve a gusto de todos". En fin...
La lluvia despierta en nosotros la creatividad, el "¿que hago para no mojarme?", curiosamente lo mismo que deberíamos hacer cuando las cosas no nos marchan demasiado bien, es decir, despertar nuestra creatividad, poner en marcha lo mejor de nosotros mismos, y de una manera u otra conseguir la manera de "no mojarnos" mientras deja de "llover".
Y es que no debemos de olvidar que en cualquier ámbito de nuestra vida, y como dicen en mi tierra manchega, "siempre que llueve, escampa". Mientras tanto pongamos la mejor de nuestras actitudes en juego, saquemos nuestros paraguas de colores, saltemos encima de los charcos, bailemos bajo la lluvia y esperemos a que deje de llover, porque detrás del agua, podremos ver un arco iris extraordinario que transformado en nuevas oportunidades estará a nuestra disposición para que disfrutemos de lo mejor que siempre quedará por venir.
José Lorenzo Moreno López.
Incluso en los charcos se puede contemplar la belleza del arco iris. Pura magia Mago. Un saludo.
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