Un líder no es alguien sobrenatural. Un líder es una persona normal y corriente, solamente que pone sus aptitudes y actitudes un escalón por encima de lo corriente. Podemos decir que es alguien que camina paso a paso en dirección al éxito, o bien que construye su futuro y el de su equipo en dirección totalmente distinta al fracaso.
Los resultados finales que obtenemos a lo largo del camino no son más que la suma de pequeños esfuerzos puntuales uno tras otro. Los éxitos se construyen a través de dichos esfuerzos. Aquí los milagros no existen. Un líder sabe que cualquier esfuerzo y compromiso que ponga en juego le será recompensado en el tiempo. Recordar que ya hablamos de la importancia de la palabra Paciencia como virtud de un líder.
¿Sabeis que tienen en común las personas que consiguen grandes resultados sea cual sea su posición o el equipo que tengan en sus manos?. Pues que aprovechan muy bien aquello de lo que disponen. Aquí hay ejemplos claros vinculados al mundo del deporte. José Mourinho o Pep Guardiola y el malogrado Manolo Preciado. Todos ellos han sabido sacar partido a las cualidades de sus jugadores. Puedes estar luchando por la liga con jugadores talentosos, o aprovechar y sacar lo mejor del talento de los tuyos para luchar por no descender. Ambos objetivos muy loables, pero aunque parezcan distintos, muy similares, y aplicables al entorno empresarial, y es el encontrar, aprovechar y descubrir el talento de nuestros colaboradores para pelear por nuestros objetivos, y que sin su ayuda, no seriamos capaces de conseguir. Por lo tanto, y porque los necesitamos, debemos poner lo mejor de nosotros para su desarrollo profesional. Y no importa cual sea nuestra empresa, el tamaño, o el número de colaboradores. Siempre es buscar lo mejor que tienen dentro, luchemos por la liga o por evitar el descenso.
El ejemplo de Manolo Preciado es innegable. Un hombre que luchaba por su equipo y que sabía ganarse la confianza del grupo a través de sus acciones. Nunca ha luchado por la liga, pero defendió honestamente los objetivos por los que tuvo que pelear en cada momento. Y en los homenajes que estamos viendo que se le han tributado en tan pocos días es donde vemos claramente las consecuencias positivas de haber dado lo mejor de si mismo.
Podemos conseguir las metas que nos propongamos, y debemos hacerlo utilizando la materia prima que tenemos en nuestras manos, nuestro equipo. Incluso podemos permitirnos la licencia de hacerlo con alegría, y con la seguridad de que el éxito necesita de un esfuerzo y de un compromiso, el que generaremos a través de nuestros actos.
Por lo tanto, sepamos aprovechar lo mejor de cada uno de nuestros colaboradores, despertemos sus talentos, equilibremos a unos con otros, y mezclemos todos esos ingredientes junto a nuestro esfuerzo y compromiso y tengamos la seguridad de que podremos conseguir cualquier objetivo que nos propongamos. Al menos uno está asegurado, y es el de ver crecer a las personas de nuestro entorno y a nosotros mismos con ellos.
Comentarios
Publicar un comentario