La Vida es una experiencia única. Eso mismo es lo que
tendría que servirnos como motivo principal para marcarnos el objetivo de
disfrutarla en primera persona, viviendo y aprovechando al máximo cada uno de los
instantes que la componen.
Para ello, la mejor opción es adoptar como filosofía de
vida una actitud proactiva, la cual nos permitirá definir claramente nuestras
acciones. De ese modo, seremos responsables de las mismas, y por tanto
estaremos preparados para asumir todas sus consecuencias.
La otra opción sería vivir desde la reactividad, algo que
nos aportaría grandes dosis de energía negativa, nuestra y de los demás, ya que
nos pasaríamos el día a merced de cualquier situación que se pudiese presentar.
Cuando decidimos tener una actitud proactiva ante la
vida, nos ponemos al mando de la misma, y le damos sentido a todo aquello que
nos proponemos, ya que, al ser nosotros quienes elegimos como queremos vivir,
enfocamos toda nuestra energía en hacerlo realidad.
Por el contrario, una actitud reactiva, nos convertiría
directamente en fabricantes de excusas, ya que continuamente tendríamos que
estar justificandonos ante cualquier situación. Y si hay algo más contrario a
una vida de realización, es una existencia victimista.
Tener una actitud proactiva
conlleva vivir lejos de la comodidad, y una responsabilidad que no está al
alcance de todo el mundo, fundamentalmente pensando en “el que dirán”. Y es
que, en estos tiempos que vivimos, las personas proactivas no son las que
mejor vistas están, ya que ir un paso por delante molesta a todos esos “cenizos
reactivos” cuya única meta en la vida es pasar un día más. Sin embargo, si
dejamos a un lado la opinión de quienes no aportan ningún tipo de valor a
nuestra vida, y optamos por ir más allá del simple hecho de “sobrevivir”,
estaremos dotando a nuestra vida de un sentido pleno y positivo.
Vivir y disfrutar al
máximo de cada momento es una opción excelente, siempre y cuando no nos
conformemos con eso, y tengamos en cuenta que después de ese vendrá otro. De
esa forma, todas las oportunidades con las que nos encontremos, serán las que
se encargarán de poner a nuestra disposición muchas más. Oportunidades que con
una actitud reactiva no seríamos capaces de ver, ya que ese tiempo lo estaríamos
malgastando en intentar solucionar algún asunto que, por comodidad, no fuimos
capaces de prevenir en su momento.
En cada persona reside un tesoro único e inigualable, en
forma de originalidad. Aprovechemos ese gran valor para, con una actitud
proactiva clara y constante, ponernos a los mandos de nuestra Vida, disfrutar
al máximo de esta experiencia extraordinaria, y dejar un rastro positivo
verdaderamente inolvidable.
José Lorenzo Moreno López
©jlml2019
Imagen: alphawallhaven
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